Querido mío: Llevo tiempo intentando poner las cosas en orden en mi cabeza y en mi corazón para poder ofrecerte razones “de peso” para ésta decisión tomada. Han sido mucho meses intentándolo e intentándolo para llegar a lo que es obvio: una relación de fracaso. No eres tú, soy yo. Quizás te sorprendan mis palabras…
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