Tengo pendiente un post para contar algunos de mis secretos mejor guardados que incluso podría clasificar de “manías”. Por más que intento que nadie se entere, resulta a veces imposible. Uno de los secretos que intento guardar por el bien de mis hijos (y por el mío) es que me vuelven loca los juguetes. Loca, loca, loca. Puedo perderme horas en una juguetería viendo las novedades, disfrutando todo lo que no había en mis épocas y asombrándome con las delicias que existen,
Yo de pequeña quería trabajar como Tom Hanks en la película BIG en una juguetería diseñando, y sobre todo probando, juguetes. ¡Esa escena del piano gigante que daño me hizo! ¿Por qué digo daño? porque soy incapaz de hacer “limpieza” de juguetes. Para mi, tienen vida al puro estilo Toy Story. Entonces, cada vez que hacemos una caja mis pequeñas bestias y yo para “donar” a otros niños, termino tristeando por los rincones, abriendo la caja, abrazando los ositos y recordando todos los buenos momentos que nos han dado. Ya sé, en el fondo soy una romanticona.
Y otro secreto que guardo, que éste ya lo conocen, es que soy #manostristes. Entonces, por más que quiero tener puzzles o juegos de destreza en casa termino inclinándome por los de juego de rol. Casitas- muñecas- disfraces-doctores-cochecitos o aquellos que son simplemente para disfrutar.
Por el cumple de la reina desmadrosa, llegó a casa un paquete misterioso. Una caja grande que guardaba en su interior magia. ¡En efecto! ¡Le has atinado! Magia para ella y también para mi.
En casa tenemos una costumbre con mi madre y mi hermana que viven en México: tenemos un duende mágico. Ese duende mágico se encarga de traer sorpresas de muy muy lejos (para ser exactos desde México) para cuando la reina del desmadre se porta bien, recoge sus juguetes y se termina todo el brocoli.
Así que cuando llegó la caja lo primero que pensó fue ¡EL DUENDE SE ACORDÓ DE MI CUMPLEAÑOS! (yo ni me había acordado que el duende “tenía” que acordarse así que me vino de perlas).
El contenido de la caja como les decía era mágico. Literalmente. Al abrirlo nos encontramos que desde muy muy lejos venía una hada. No un hada cualquiera. El “hadita de los dientes” de Ragtales. Mi pequeña desmadrosa cumplió 5 añazos y algunos de sus amiguitos ya se les cayó el primer diente. Así que ya tenemos en casa la hadita encargada de “llamar” al Ratoncito Pérez (que hay que perpetuar las tradiciones locales :).
La hadita no venía sola. Venía con una amiga llamada Amy. “Amy´s Closet” de Ragtales puedo decir que fue la que le hizo el cumpleaños más feliz a la pequeña desmadrosa. No es una muñeca cualquiera. Es una muñeca de trapo, que viene en una cajita dura que sirve como camita y como armario para guardar las prendas de vestir de Amy. Así que todo lo que más le gusta: muñeca- vestirla-acostarla y transportarla en un sólo juguete.
Por último, dentro de la caja, venía uno de los juguetes que determino como “juguetes para echar desmadre”. Si, podría decirles que ayudan a manejar la precisión y la destreza del niño. Sin embargo, en casa eso no fue cierto. Ayer por la noche les contaba en Instagram que estrenamos la Estación de Spray Submarino de Yookidoo y que resulta un verdadero peligro. Peligro para las madres; ya que los niños deben de apuntar con la duchita a las tazas de colores para ver como con el impulso del agua los ojitos se ponen a girar y con la taza amarilla se genera una fuentecita. Pero el pequeño desmadres optó por algo más divertido: mojar entera a su madre. ¡Eso deberían de advertirlo en la caja de juguetes!
¡Así que gracias “duende” de Toctoys! Por habernos hecho a las fieras y a su madre disfrutar de la magia de los juguetes.
¿Y tú disfrutas tanto como tus pequeños cuando eliges juguetes?
Colaboración con Toctoys
en esta casa somos muy jugueteros, es un sinvivir!
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Yo también adoro los juguetes… Aún guardo Mi Pequeño Pony y su establito… XD
Menos mal que la falta de espacio pone freno a mi lujuria juguetera. 😛
Muas!
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Yo también he tenido que frenar esa lujuria ¡pero es que me rechifla! no puedo evitarloooooo un besote desmadroso
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Confieso que a mí también me llaman mucho la atención los juguetes… Menos mal que no tengo hijos porque creo que al final querría yo jugar con los juguetes y no se los prestaría. Jajajajaja. Besotes!!!!
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Jajajaja me hiciste reír….hay veces que le he tenido que decir a mi hija el clásico “tú lo tienes para siempre préstamelo un ratito a mi para jugar” jajajaja un besote desmadroso mi querida Alter
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