Últimamente tengo grandes discusiones con mis pequeños desmadrosos sobre el uso del uniforme del colegio. Me preguntan por qué es necesario si cada niño tiene su propia ropa ¿y por qué no les dejan usarla e ir cómodos? Así que aquí abrimos un melón, como se dice en España cuando se tocan temas controversiales: Uniforme de colegio ¿Sí o no?
Ser prácticas: el secreto de la maternidad
Con tres hijos y diez años de experiencia, puedo afirmar que el gran secreto en la maternidad es aprender a ser prácticas. Es supervivencia pura y dura. Así que como madre, puedo afirmar que para mí el uniforme es un Sí en mayúsculas. Si a eso le sumas que ahora con el teletrabajo, telecompras y el ecommerce todo es más fácil pues mejor imposible. Ya no me preocupo cuando se le rompen los leotardos o los deditos asoman por un calcetín, ahora con tan sólo un clic puedo comprar calcetines verdes de colegio o del color que me haga falta recibiéndolos en mi casa.
Marcas de vida
Una de las cosas que disfruto después de 12 años viviendo en España es usar marcas de toda la vida. Así como los bolis (pluma) en mi infancia fueron y siguen siendo Bic. En la vuelta al cole en cuanto a leotardos y calcetines la tienda Cóndor es marca de vida. Mi marido uso siempre sus calcetines, ahora mis hijos y estoy segura que seguirá así de generación en generación.
Uniforme de colegio: la práctica hace al maestro
Debo de confesar que durante 17 años fui a un colegio que nos dejaban vestir como quisiéramos, pero los días de gimnasia llevábamos unos pants (chándal) para estar cómodos para la práctica deportiva. No era el uniforme más bonito, de hecho parecía pijama. Yo siempre soñé con usar uniforme. Esas falditas de tablas y calcetas largas de look colegial me parecían lo más. A los 17 años me cambié de colegio a uno que usaba uniforme diario y entonces, comprendí que tenía sus pros y sus contras.
Cuando lo vives lo entiendes
El uniforme de colegio desde la perspectiva de una jovenzuela de 17 años tenía pros y contras. Por una parte no tenía que preocuparme de qué tenía que ponerme. Era despertar a las 6 am y sólo tenía que recordar, según el día, si tocaba falda o chándal de deporte. Sin más. Eso sí, los contras era que la falda daba frío. Entonces me di a comprar leotardos algo que en mi vida había usado. Recordemos que en México el clima es “primaveral”. Al poder elegir ropa siempre tiraba por la opción pantalón pues la versatilidad de correr, hacer el pino, caerte y no enseñar nada pues resultaba más práctico. Ahora la falda abría un mundo nuevo e incómodo para mí.
Mis hijos dicen NO AL UNIFORME
Ahora entablo discusiones eternas con mis hijos pues dicen que el uniforme “les pica”. Que no les gusta estar igual que todos. Que además a la primera de cambios si se caen, se les rompen los pantalones o los leotardos y que mamá los hace cambiarse al llegar a casa para no ensuciarlo. ¿Te pasa con tus pequeños seres de luz?
¿Para ti el uniforme de colegio es un sí rotundo?
Foto destcada por Joshua Eckstein y foto central Deleece Cook
Colaboración
Uniforme sí.
Me gustaba como alumna, nunca tuve ningún problema en ir de uniforme, y fui toda mi etapa escolar.
Me gusta como madre por la practicidad que tiene.
Y en cuanto a la falda… bueno, voy muchísimo con falda y no me resulta ni incómodo ni frío, y a mi Pitufa le dejan ir con pantalón de uniforme pero prefiere ir con falda, así que… pues eso, que no veo problemas.
Últimamente oigo mucho que hace que todos sean iguales, no tanto ya en apariencia como en pensamiento. Supongo que esa gente no ha ido nunca con uniforme, porque de mis dos colegios te puedo asegurar que ha salido gente muy dispar. Y que ya entonces no todas pensábamos igual.
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Para mí el uniforme es un SI, como mamá es práctico. Para mi niño no supongo que nadie se lo pregunte, desde que va a la escuela lleva uniforme, creo que para él es parte de “ir a la escuela”, venía en el paquete en su fantasía de mochila de dibujitos y lonchera. Lo que sí es que no va “igual”, los uniformes oficiales que venden en la escuela son de telas muy feas y muy frías, nosotros buscamos lo más parecido pero en materiales más cómodos, nunca nos han dicho nada así que seguimos haciéndolo.
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