La paternidad desmadrosa

Esta entrada fue publicada en El Blog de Babycenter en Español como  parte de una semana especial para ofrecer tres puntos de vista de la paternidad desmadrosa:

Soy el causante de toda la locura desmadrosa y elpadre de Critter. He decidido apropiarme del blog de la Desmadrosa para reivindicar la paternidad.

Hoy les escribiré  para contarles como me sienta el ser padre. Para comenzar, es importante que consideren que a los hombres no nos “venden” una imagen sobre la paternidad. La sociedad parece creer que somos actores secundarios en todo esto. No es que jugara mucho de pequeño a cambiar pañales, bañar al bebé y pasearlo en el cochecito…

No me mal interpreten, no es que vaya de “hombre” duro, pero no me dejarán mentir que a lo much0,  en alguna ocasión –los que teníamos hermanas pequeñas sobre todo– jugábamos a incorporar algún muñecajo de los Pin y Pon y/o de las Barbies a nuestra guerra de Gijoe o Playmobil…

¿Se han percatado que en nuestros juegos de guerra, en el oeste y en el espacio no hay niños? ¿Cuándo han visto a un astronauta o a un vaquero cambiar pañales? 

Una de las bromas crueles de crecer es ver como las mujeres logran “jugar” de mayores a lo que siempre habían querido y a nosotros la sociedad nos arrebata nuestro helicoptero apache, el F18 y del Ferrari ¡ya ni hablamos!

Yo de mayor quería ser inventor, pero mis padres decidieron que fuera ingeniero. Consecuencia: tengo terror a inventar algo nuevo. ¿Qué niño sueña de pequeño con ser ingeniero? ¿Político? ¿Carnicero?¿Camarero? ¿Funcionario? …¡¿Padre?!

Las generaciones están cambiando, pero me atrevería a decir que sólo un pequeño porcentaje de los hombres logra su sueño de infancia y termina siendo bombero, piloto, militar,  futbolista…

Los demás, nos convertimos en padres de familia sin haber jugado antes a ello; y sin saber qué esperar de todo esto.

Puedo asegurarles que la transformación es escalofriante: de no tener ni idea ahora quiero más de ésto, más de ser padre, más de esta sensación de haber encontrado el fin y sentido de la vida.

Pero todo esto tiene “sus tiempos” y no ocurre de forma instantánea ni de la misma manera. Los padres asumimos la paternidad poco a poco.
Aún recuerdo cuando llegué hace dos años a la sala de partos y me encontré a mi mujer en la mesa, recién parida y la estaban cosiendo. Una enfermera me enseñó por primera vez a mi hija. Me asomé y tenía la cabeza alargada, su piel era morada y sus ojos grandes y negros no dejaban de mirar para todos los lados.

Salté de espaldas ante la apariencia de fragilidad y delicadeza no queriendo sujetarla y le dije a la enfermera que parara porque ¡NO ESTABA PREPARADO!

La enfermera –que claramente disfrutaba de estos momentos-insistió y me dio “el paquete” depositando un delicadísimo saco de piel y fluidos en mis brazos a la que a partir de ahora vería crecer con ilusión y diversión.

¿Que se supone que tenía que hacer? ¿Llorar? No necesariamente. Yo sólo quería abrazar a mi mujer que es la que había echo todo el esfuerzo y estaba herida, tendida sobre la mesa y sangrando.

La primera sorpresa del primerizo es que ese saco delicado tiene toda la fortaleza y vitalidad y se agarra a la vida con mucha más fuerza de lo que creías al escuchar sus primeras respiraciones. Ello explica como todo tipo de gente logra ser padre. Y como los niños sobreviven a pesar de tenernos a nosotros como padres.

Lo acepto: yo no sé nada, pero nadita. No sé distinguir los lloros, no se cuando tiene caca pues toda ella me huele genial, no sé cuando me está tomando el pelo. Soy un desmadre de padre, pero día a día tengo una maestra que me enseña de la vida.

La segunda sorpresa es que no te lo crees de golpe. Tú hijo/a te va conquistando a la medida en que supera con éxito su primer año. Al principio hay mucho que hacer y que ayudar, mucho que cambiar, limpiar, alimentar. Aunque tengan 30 mudas no serán suficientes ¡y como sepas distinguir las prendas y las combines bien me temo que eres de una generación de padre más evolucionada que la mía!

Suena cursi, pero, cuando se es padre, en parte muere el yo. No es que el mundo se haga perfecto pero casi… Pasamos de sólo mirarnos el ombligo a darnos cuenta que ahora existe un ombligo suelto por ahí imitándonos y preguntando a todo “¿ y esto que es?”.

Ser padre es un desmadre mucho mas anónimo pero igualmente precioso.

¿Y ustedes le han preguntado a sus parejas que significa ser padre para ellos?

 

 

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9 Comments

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    Por fin el Sr.Desmadres ( que semanator no le gusta) aquí entre nosotros era justo y necesario que diera su versión de los hechos!
    No está de más decir que te extraño, vuelveeee que sin ti la vida de me va, jajaja pero bueno yo ando fuera de mi Cd. Con mi prima y su recién nacida… Ainss todo lo que dices es tan cierto!

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        Ego no tengo.. Lo de iPad omitelo … De una vez te público los 100 comentarios no? Jajaja besos

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    Ayyyy, qué bonito!!! La verdad es que tiene razón en que la figura del padre suele ser un poco actor secundario en estos temas… Escribe muy bien, por cierto. Debería tener su propio blog. A ver si le convences!!! Besotes.

  7. 9

    ya lo he dicho por ahí, espero q tenga muchísimos comentarios y q le des su columna propia! (como te dije el otro día, aquí mi sombrero ha decidido apropiarse de mis viernes… en todos los aspectos! XD)

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