Queridos Reyes Magos de Hasbro:
Hace exactamente 23 años que no les escribo. ¡Ya ha pasado el tiempo eh! Pero aún así, no los olvido.
Cada vez que llega el mes de noviembre me entran mariposas en el estómago. ¡Soy una nervi! Pero recuerdo perfectamente como cada año cuando era pequeña, esperaba con ansia viva este mes. Era llegar noviembre y sentarme frente al televisor al regresar del cole con una libreta en mano para anotar todos los juguetes que quería que me trajesen. ¡Era tan difícil elegir! Anotaba uno, luego otro, tachaba el primero, contaba en la lista y había seis ¡y sólo podía pedir tres! ¡uno por cada uno de ustedes! ¡Y tenía que volver a elegir cuál de todos pedir! ¡Uf! Una tarea difícil y complicada.
Mi madre siempre me recalcaba que no podía pedir más de tres juguetes porque el camello, el elefante y el caballo vendrían muy cargados. Es curioso que aquí en España, ustedes llegan solamente en camello. En México, toda la vida dejé comida y agua para el elefante, el caballo y el camello. ¡Cosas culturales! El punto es que elegir tres juguetes de todos los que anunciaban era tortura china.
Si me atrevo éste año a escribirles es porque he sido buena. No he mentido casi,- sólo cuando mis hijos se quitan el cinturón les digo que el policía los va a meter a la cárcel-, me como todo lo que hay en mi plato, recojo y doblo mi ropita, me duermo cuando he terminado de hacer los deberes (que suele ser más tarde de lo que quisiera) y en el cole de la vida me va bien. Digamos que saco notables y sobresalientes con la familia que tengo, disfrutando de buena salud y viviendo cada día al máximo. Ya casi no digo palabrotas (en España no entienden las palabrotas mexis así que ya no se me salen como antes), comparto mis dulces con mis hijos, echo una mano a mis amigas y procuro ayudar a las personas que lo necesitan. Así que creo que puedo escribirles para pedirles una cosita.
Durante doce años de mi vida pedí solo tres juguetes, pero si recordarán mis cartas siempre hacía una petición especial. Cada año, además de los tres juguetes asegurados, les pedía algo muy especial: una mascota.
No era una mascota cualquiera. Ya tenía perro, ya tenía pato, ya tenía conejos y pájaros; pero yo quería algo más. Algo que solamente ustedes, los Reyes Magos, podrían concederme: un UNICORNIO.
Todos los años me respondían que esa mascota tan especial sólo podía ser para una princesita muy buena muy buena y que tenía que seguir esforzándome. ¡Que no desesperara porque llegaría el día que pudiera tener a mi mascota unicornio!
Así que me he dedicado a coleccionar unicornios, esperando que llegará el de verdad.
Yo nunca dejé de creer en ustedes, en su magia. Aunque me dijeran por ahí que los verdaderos Reyes Magos son otros, en lo profundo de mi ser me autoconvencí que los padres son ayudantes al servicio de la Magia pero que ustedes siempre existirían. La prueba está en mis hijos. Ellos siguen creyendo y ahora soy yo la portadora de esa magia.
Sin embargo, me atrevo a escribirles porque creo que éste año, después de mucho esperar, podría tener la mascota unicornio que siempre quise.
Este año me he sentado frente al televisor con mi hija pequeña y he descubierto a FurReal StarLily Mi Unicornio Mágico. Éste año se por primera vez creo que mi deseo puede convertirse en realidad.
Queridos Reyes Magos de Hasbro éste año quisiera pedirles para mí, si han leído bien, para mí y no para mi hija, el FurRealy StarLily Mi Unicornio Mágico.
Nadie me va a conceder mi deseo porque pensarán que ya estoy mayor para jugar con peluches. Me tacharán de loca y friki, aunque sólo soy una coleccionista de unicornios.
Así que ahora que nadie nos lee me atrevo a pedírselo, porque ustedes me lo prometieron hace años y porque sé que no hay nadie mejor que yo para cuidar a StarLily.
Prometo compartirlo si es necesario con mi hija…
Prometo darle de comer, acariciarla, trenzar su crin y limpiar su cuerno…
Prometo cantarle una canción para que se duerma…
¡Prometo ser la más feliz del mundo mundial si hacen mi deseo realidad!
Se que me he mudado y ya no vivo en casa de mis padres, pero si hace falta les mando por mail mi nueva dirección.
¡Una promesa es una promesa!
Menua sorpresa al recibirlo ¿no? jejejejeje.
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Jajajajajajaj estás fatala pero me gusta mucho tu carta, seguro que los Reyes no pueden resistirse a semejante declaración!!
Besos
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¡Que los Reyes te oigan! 😛 y que la fuerza del unicornio esté conmigo. Un besote desmadroso
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¡No se han resistido! Los reyes existen ¡mira mi instagram! Ha llegado Starlily a casa 😛 Un besote desmadroso
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Seguro que este año los Reyes Majos te traen lo que pides ?.
Besos
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¡La mantendré informadas! Que si llega será la prueba de que la MAGIA existe 😛 un besote desmadroso
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A mí me pone un poco nerviosa, la verdad. Además, los unicornios no tienen alas. Eso es un mutante híbrido entre unicornio y pegaso. Jajajaja. Besotes, loca!!!
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Me llené de ternura!!!! Trajiste a mi mente los deseos de mi corazón de niña, qué lindo hacer una carta para pedir con una gran ilusión lo que alguna vez quisimos pero olvidamos…..
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