La semana pasada tuve la oportunidad de realizar un viaje al pasado. No fue en el DeLorean, fue gracias a Iberia y a la boda de dos grandes amigos que se casaron en mi México lindo y querido. Así que viví en carnes propias eso de sentirme Mony McFly en Back to the future. No sólo por el jetlag o por el hecho de viajar al otro lado del charco por escasos cuatro días; si no porque volví a reencontrarme con los amigos de la infancia. Así que traigo un montón de “anécdotas” curiosas por contar.
Primer anécdota curiosa: el novio es amigo mío desde tercero de primaria. La novia la conocí en la última agencia que trabajé en México y tuve la suerte de seleccionarla para trabajar en mi equipo de cuentas. Los presenté en una blind date un mes antes de venirme a vivir a León. Así que soy buena Celestina (por si a alguien se le ofrece lo incluiré en mi curriculum).
La boda fue el pretexto para resetear los relojes treinta años atrás. Volví a encontrarme con los amigos de la primaria. Volví a ser esa Mónica de 1989 que la verdad ya ni me acordaba como era, pero las reuniones del colegio sirven para refrescarte la memoria en un plis plas. ¿Será que la gente no cambia? Aquí son bienvenidas las opiniones.
Una de las anécdotas más simpáticas que me ocurrieron fue que me encontré con una conocida que estaba embarazada y me decía que ahora me entendía cuando “decidí dejar todo por mis hijos”.
Aquí es cuando los iconos de whatsapp juegan un papel fundamental porque se me quedaron ojos saltones de emoji. ¿Exactamente dejar qué? A ver, conste que entiendo el sentido de la afirmación, pero no por ello estoy del todo de acuerdo. Mis hijos fueron buscados y no sentí que dejé nada. Por circunstancias de la vida, mi etapa “fértil” coincidió con que viviera en otro país y que decidiera optar por trabajar online.
Pero lo simpático es que cuando le comenté que ahora trabajaba en marketing y publicidad online y que escribía en una web de maternidad me dijo: ¡Tienes que meterte en Babycenter! ¡En México es la mejor web de maternidad! y no te pierdas a Desmadreando. Otra vez emoji de ojos saltones de whatsapp. La vida es un pañuelo.
Debo decir que no le dije ¡soy yo! Me invadió una cierta risilla nerviosa y la verdad es que disfruté nuevamente del anonimato.
Nota curiosa: en una cena el mismo sábado en Madrid con una diferencia de siete horas, le comentaban a mi cuñada sobre dos chicas blogueras una bilbaína y otra mexicana que habían emprendido un negocio online. La cara de mi cuñada al escuchar mexicana y Desmadreando fue casi la misma que la mía a 10 000 km.
Y después de esa coincidencia, de un calor de 35 grados con humedad al 100%, de un mezcal y muchas risas me dediqué a bailar y bailar y bailar. ¡Cómo olvidar los grandes éxitos de los noventas como Chiquitere, Ace of Base, las Spice Girls! No había olvidado las coreografías que montaba con mis amigas los viernes en mi casa y te imaginarás volví a tener 13 años y lo di todo en la pista.
¿Cómo fue el reencuentro con el pasado?
Como en las típicas películas americanas había de todo. Desde el casi cuarentón con poco pelo y mucha tripa, la gafotas que se había operado y ahora era un cisne blanco, el guaperas y la reina del baile. Todos volvíamos a jugar a ser los que éramos, pero en verdad no somos los mismos. La gente no cambia, pero asumimos otros roles.
Otra anécdota curiosa es que no es lo mismo casarse a los veinte que casi a los cuarenta. Sí, yo me casé a los 25 años y en aquel entonces no había nadie sentado en las mesas. Todo mundo bailaba siempre hasta el amanecer. Ahora, a los casi cuarenta, todos estaban sentados saboreando de un puro, del mezcal, del whisky 0 de las charlas de reencuentro.
Para continuar con las anécdotas dignas de post fue que me presentaron a la tía de la tía de la tía que resultaba ser madrileña y me preguntó si no me aburría en León. Debo decir que apliqué el chilangazo (ese síndrome nefasto de venir de una de las ciudades más grandes del mundo y sentirnos el ombligo del mundo) y le respondí con la misma pregunta ¿tú te aburres en Madrid?
Ojo, otra vez vuelvo a entender el sentido de la pregunta; pero ¿por qué a las personas que vivimos en provincia se da por hecho que no tenemos televisión, nos aburrimos y “dejamos” todo para procrear y tener hijos?
Para cerrar el Back to the Future como se merece, tenía que hacerlo con otra anécdota curiosa. Me percaté que a día de hoy me encuentro en el momento que describía como mi futuro. ¿Recuerdan esas clases de orientación o de cómo preparar una entrevista de trabajo? Siempre te preguntaban cómo te visualizas de aquí a diez años.
Yo me imaginaba trabajando en lo que me apasionaba, casada, con siete hijos (bueno, vale, no tenía ni idea de lo que era ser madre y el cálculo me falló) pero por lo demás ¡estoy viviendo ese futuro!
La pregunta ahora es ¿cómo me veo en diez años? Y aquí te confieso que me entra pánico escénico. ¡No me visualizo! ¿Es normal? ¿Te pasa a ti también? ¡No tengo ni idea de cómo será mi vida con dos adolescentes de 15 y 13 años! ¡No tengo ni idea si me aventaré un tercer hijo! ¡No tengo ni idea si seguiré en León! ¡Y menos tengo idea si la vida online seguirá!
Lo que si sé es que el jet lag es el jet lag. Que levantarse a las cinco de la mañana y yo no he dormido nadaaaaaa y que hay anécdotas que simplemente dan para post…
Fotografía e Ilustración de los novios vía Almu Ruiz
he vivido esa experiencia en las bodas por las que he cruzado el charco en sentido contrario…o cuando sentada frente a unas bravas rememoramos anecdotas con los amigos del colegio, o frente a una merienda con las amigas. ya no sé como me visualizaba, además de siendo madre! y ahora menos! o bueno, ahora me permito soñar y visualizarme viviendo en barcelona 🙂
Citar Comentario
Yo nome imagino en 10 años, pero siempre que me hacen ese tipo de preguntas contesto, “pues mejorando”, jeje me gusta ser optimista en cuanto al futuro se refiere.
Me encantan las anñecdotas de que no sabían que eras Desmadreandoy te recomendaban a tí misma jaja.
Ah, yotambién me casé a los 25, soy la que más joven se casó de su entorno.
Muacs
Citar Comentario
Estoy delante del ordenador y no con jetlag sino con resaca y también recién aterrizada de una boda. Boda en la que se casaba también una amiga de la infancia y en fin me paso un poco como a ti, recordé lo que sui, lo que soñana con ser y lo que soy.
No me quejo pero en mi caso he decidido que hay cosas que todavia puedo cambiar y realizar.
Besos amiga
Citar Comentario
La ilustración es una pasada. Siempre he odiado la pregunta “¿dónde te ves dentro de 10 años?” Vivo el presente, soy incapaz de imaginarme dentro de tanto tiempo.
Y vaya si te han cundido estos 4 días.
Besazos.
Citar Comentario